No hay fuerza en el pasado
que pueda turbar
el caudal de mis aguas este día.
Es mi ego
el que provoca tempestades,
el que altera mi conciencia.
Mi complicidad
aumenta su fuerza,
lo convierte en vendaval.
Donde no las hay,
crea tormentas.
Nunca más consentiré su ataque.
No hay fuerza en el pasado
que pueda turbar
el caudal de mis aguas
este día.
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